Las revelaciones hechas por el Maestro Samael Aun Weor sobre las Cabezas colosales olmecas son sorprendentes. Detalles que no pueden provenir sino de un testigo directo de aquella época lejana. Un testigo que recuerda…
Los arqueólogos todavía no han logrado explicar cómo bloques de roca tan grandes pudieron ser transportados hasta los lugares donde se encuentran; ya que están constituidos por piedra volcánica magnética. Según el Maestro, estas cabezas gigantes de piedra habrían sido fabricadas más bien a partir de una mezcla, un poco como el cemento o el hormigón. Por lo tanto, no habrían sido transportadas, sino fabricadas en el lugar. Además, explica por qué los rasgos de estos rostros no corresponden a los rasgos olmecas. Pero antes, veamos brevemente lo que dice Wikipedia…



Los olmecas son un antiguo pueblo precolombino de Mesoamérica que floreció desde el 2500 a.C. hasta el 500 a.C. en la costa del golfo de México, en la cuenca de México y a lo largo de la costa del Pacífico (estados de Guerrero, Oaxaca y Chiapas). Es la civilización más antigua conocida de Mesoamérica, por lo que a menudo se la considera la “cultura madre”, ya que la primera ciudad olmeca, San Lorenzo, es la ciudad mesoamericana más antigua conocida y porque las culturas siguientes comparten varias características comunes que parecen heredadas de los olmecas. El término “olmeca”, proveniente del náhuatl olmeca, que significa “la gente del país del caucho”, está relacionado con el descubrimiento de la primera cabeza colosal olmeca en 1862 y fue oficializado en 1942 por los olmecólogos.
— Wikipedia
Las cabezas colosales olmecas son esculturas monolíticas que representan cabezas humanas en bulto redondo de gran tamaño. Talladas en rocas de basalto, datan al menos del 900 a.C. y son representativas de la civilización olmeca en Mesoamérica. De las 17 cabezas colosales conocidas, todas representan a hombres de edad madura con mejillas carnosas, una nariz plana y un ligero estrabismo; sus características físicas corresponden a un tipo que todavía es común entre los habitantes de los estados de Tabasco y Veracruz en México. Las rocas provienen de las montañas de la Sierra de los Tuxtlas en Veracruz; como las piedras utilizadas para la producción de las estatuas fueron transportadas a grandes distancias, requiriendo muchos recursos y esfuerzo humano, se piensa que estos monumentos son retratos de poderosos gobernantes olmecas. El método y la logística de su transporte hasta estos sitios siguen siendo poco claras.
— Wikipedia

Pasajes de una conferencia del Maestro Samael Aun Weor
Realmente, yo casi nada he leído (si es que nada, casi nada he leído), de la Antropología. Sin embargo, todo esto que existe aquí, entre los Nahuas y que existe entre los Mayas, todo lo conozco (íntegro, todo). Me ha resultado, inclusive conocido, al darle a muchos instrucciones sobre todo eso ¿Por qué? Porque en los tiempos antiguos, yo estuve relacionado con esta gran cultura, con estas culturas Mayas y Nahuas. A mí me tocaba venir desde Atlántida, conduciendo caravanas…
Y entonces venían, ciertamente, caravanas. Se hospedaban en los CARAVANSIN, especies de restaurantes o cafés (más bien diríamos restaurantes u hoteles); allí se hospedaban. Yo me encontraba siempre esta gente de raza negra que venía, cuando venía desde el África, a través de la Atlántida. Yo conocí todo eso, y también muchas veces me tocó conducir los peregrinos hasta Teotihuacán y a Yucatán, y todo eso. A eso se debe que yo me conozco toda esa Sapiencia de los antiguos Nahuas, Mayas, Toltecas, Zapotecas, etc. Abunda mucho una forma de cabeza que hay por allí, de un sujeto con facciones negras. Un sujeto que yo conocí… Eso se debe a una recordación de los INICIADOS AFRICANOS que venían hasta acá…
Y había también INICIADOS AFRICANOS negros. Todavía, como recuerdo de eso, aparece un tipo de cabeza grande, de pómulos salientes y boca africana, nariz africana… Los antropólogos les llaman, les dicen que los Olmecas. Bueno, yo oigo lo que dicen, pero yo digo lo que sé. Lo que dicen es una cosa, y lo que yo sé, es otra…
Si se observa esas cabezas de piedra (enormes, grandotas, con facciones africanas), ¡ciertamente son africanas! Se hicieron en recordación de aquellos INICIADOS AFRICANOS que venían, pues, desde el África a través de la Atlántida.
África no se llamaba África en aquélla época; era entonces un pequeño continente: el CONTINENTE DE GRABONCI. Y ese continente no era muy grande; era pequeño el Continente de Grabonci… Pero más tarde, después de la sumersión de Atlántida, nuevas tierras surgieron del fondo de los mares y se añadieron a ese continente y creció, se hizo grande. Pero en los tiempos aquéllos, de los que les estoy hablando a ustedes, el Continente de Grabonci era muy pequeño.
Pero los INICIADOS AFRICANOS venían desde el África, a través de la Atlántida, y llegaban al Norte del Golfo de México, y entraban a todo el país. Y como secuencia de esto, los descendientes levantaron monumentos y luego tallaron cabezas, como testimonio de aquélla gente africana. Pero, realmente observen ustedes que no coinciden con ninguna de las razas precortesianas, establecidas aquí en el país; es un tipo completamente negroide… ¡Negroide! ¿De dónde salió? ¡Recordación de aquélla época!…
Con el hundimiento de la Atlántida, fue desaparecida aquella tierra [que comunicaba con el África por el Norte del Golfo de México]. Se acabó, se la tragó el océano esa franja de tierra y hubo cambios colosales. Por ejemplo, normalmente a mí me gustaba vivir en un valle muy tranquilo que había, donde hoy está el Golfo de México. Sucedió que con la Gran Catástrofe, entonces aquél valle fue inundado por las aguas y hoy es el Golfo de México.
Hubo cambios terribles en la geología. Esto estaba lleno de muchos reinos; a mí me encantaba vivir de reino en reino… Lleno de reinos… Yo visitaba todos estos reinos, y a estos reinos no se les llamaba México, tenían distintos nombres, según los reyes, según sus tradiciones. Claro, más tarde MÉXICO, con los Mexicas, vino a tomar su nombre del antiguo México; pero en aquélla época que yo les cuento, habían muchos reinos, muchos… Yo los conocí…
Y todos esos conocimientos y todo lo que hay en esas piedras (toda esa cuestión), son Conocimientos Esotéricos trascendentales. A mí me ha tocado o me tocará develarlos, y me ha tocado develarlos. Yo fui testigo de los cultos que se hacían, tanto en Yucatán como en la antigua Tenochtitlán y lugares vecinos.
Pero observen una cosa muy curiosa: ese tipo de cabeza negroide (a que estoy aludiendo), no encaja, realmente, dentro de ninguna de las culturas existentes acá. Es algo distinto, algo raro, algo diferente, algo que no tiene que ver con esas culturas actuales. ¡No encajan!…
Pero lo curioso es que ese tipo de piedras tan grandes no eran cargadas como creen muchos, ¡no! Entonces se amasaban las piedras, se amasaban las rocas por medio de cierta fórmula que se ha perdido hoy en día…
Ajouter un commentaire